El comprador, dueño de un automóvil, fue el Doctor Truman J. Martin de Buffalo,
Nueva York, en Estados Unidos. Seguramente muchos de ustedes anticiparon que
ese fue el país en el que se había contratado el primer seguro para
coches.
Para encontrar registro del primer seguro de coches de la historia debemos remontarnos hacia el año 1897 aunque otros señalan con acierto que la fecha pudo haber sido en realidad el 1 de febrero de 1898. En ese entonces los automóviles eran una completa novedad, aún se experimentaba con motores a vapor.
¿Qué gastos cubría y cuánto costó el
primer seguro de la historia?
Pues bien,
frente a la novedad se creó una necesidad. Cubrir los posibles gastos que
tuviera el nuevo carro motorizado en caso de chocar, pero sólo se tendría en
cuenta la responsabilidad civil al colisionar contra un jinete o una carroza
tirada por caballos. Es decir, sólo se proporcionaba asegurar contra terceros.
Debe entenderse que en esa época predominaban los caballos por las calles de las ciudades y pueblos. Había a fines del siglo XIX aproximadamente unos 18 millones de caballos, comparados con los apenas 4 mil vehículos a motor. Es entendible que a muy pocos se les haya ocurrido de un posible accidente entre autos, sino más bien contra un caballo.
En cuanto a su precio, apenas $12,25 dólares. Este seguro cubría un monto de hasta cinco mil dólares. Que de acuerdo al paso del tiempo, si lo trasladamos a nuestros días, tendría un valor aproximado de $316,25 dólares. Es decir, hoy se pagaría U$d 316,25 por el seguro del auto, cuando en promedio en Estados Unidos debe abonarse unos 821.
Al menos esta es la verdadera historia del comienzo de los seguros para autos, en la que muchos parecen coincidir.
Otra versión del comienzo de los
seguros automovilísticos
Otra posible
versión del primer coche asegurado proviene de la historia
oficial de Ohio, en Dayton, en el mismo año anteriormente dicho: 1897. En
la página oficial de este Estado de EEUU mencionan que fue en realidad allí en
donde se realizó la primera póliza de seguros de la historia a un auto.
Y fue a un residente particular de nombre Gilbert J. Loomis quien lo adquirió por una suma mucho mayor que la anterior: mil (1000) dólares. Cubriendo de esta forma al señor Gilbert si atropellaba a alguien, así como también si ocacionaba daños con su auto su propio hogar.
Y fue a un residente particular de nombre Gilbert J. Loomis quien lo adquirió por una suma mucho mayor que la anterior: mil (1000) dólares. Cubriendo de esta forma al señor Gilbert si atropellaba a alguien, así como también si ocacionaba daños con su auto su propio hogar.